Los Bosques de Algas y el Fenómeno de El Niño

El Niño Oscilación Sur (ENOS) es un evento físico de frecuencia e intensidad variable, el cual ocurre cada 3 a 7 años. El último ocurrió en los años 2015 y 2016. Se caracteriza por la oscilación de las temperaturas océano-atmosféricas, producto de la disminución de los vientos alisios -vientos ecuatoriales- que soplan desde Este a Oeste, lo que permite que las aguas cálidas del Pacífico Occidental se acerquen a la costa de Sudamérica y aumente la temperatura del Pacífico Ecuatorial. Esta condición trae asociada un aumento de las precipitaciones y temperatura, así como también una disminución en la disponibilidad de nutrientes en el mar.  

Se ha visto en el pasado que en Chile, este fenómeno afecta a los bosques de algas pardas, que se distribuyen a lo largo de la costa en la zona submareal, con el huiro palo (Lessonia trabeculata) y huiro canutillo (Macrocystis pyrifera), y en la zona intermareal, con el huiro negro (Lessonia berteroana y L. spicata). Estos bosques de algas son un soporte de vida, proveyendo un importante hábitat que permite el desarrollo de únicos y delicados procesos ecológicos, donde numerosas especies de peces e invertebrados los utilizan para alimentación, reproducción y refugio. 

Estos bosques también contribuyen además al desarrollo de pesquerías, a los procesos asociados al ciclo de nutrientes, incluyendo el ciclo del Carbono, es una fuente de ingreso para comunidades que se benefician de la industria del alginato, un polisacárido aniónico presente ampliamente en las paredes celulares de las algas marinas pardas. Actualmente sabemos que los bosques de algas del norte de Chile se encuentran bajo la amenaza de la extracción ilegal, pero también son susceptibles a variaciones en las condiciones ambientales, ya sea por impactos asociados al cambio climático o a eventos como El Niño, lo que genera alteraciones en la estructura de los bosques, en sus densidades y la cobertura que pueden alcanzar las praderas.  

Se ha visto en otros eventos ENSO, que estos bosques se afectan, con cambios drásticos en su estructura comunitaria, disminución en la densidad de algas adultas, bajas tasas de crecimiento y aumento de la mortalidad, así como también inviabilidad del reclutamiento de nuevas algas. Después del evento ENOS de gran intensidad de 1982 y 1983, se dio una lenta recolonización de las cominidades de algas pardas en el Norte de Chile; pero un aumento en la frecuencia e intensidad de este tipo de eventos podría afectar la distribución geográfica de estas especies, disminuir su fertilidad y éxito reproductivo, y afectar en las etapas iniciales de desarrollo de las algas.  

Fuente:

Diego Bravo y Tomás Walker

OCEANA – Julio 2023.

https://chile.oceana.org/blog/el-nino-y-los-bosques-de-algas-por-que-es-importante-conocer-su-conexion-y-los-resguardos-que-debemos-tomar/