Las tormentas de arena y polvo son un problema global en aumento, sus efectos son transfronterizos.
Las tormentas de arena y polvo son fenómenos estacionales, que están aumentando dramáticamente a nivel global. Estas tormentas afectan a unos 330 millones de personas en todo el mundo, desde el África subsahariana hasta el norte de China y Australia.
Alrededor del 25% de estas tormentas son atribuidas a actividades humanas como la deforestación, el pastoreo excesivo y el uso excesivo del agua, provocando que los desiertos se extiendan y se multiplique la probabilidad de que se produzcan tormentas de arena y polvo. El cambio climático (sequías y temperaturas extremas) acentúa estos factores causantes.
Este tema fue tratado en la Asamblea Ambiental de las Naciones Unidas que tuvo lugar en febrero – marzo en Nairobi, Kenya.
Impacto global
Cada año, más de dos mil millones de toneladas de arena y polvo, ingresan a la atmósfera. Este fenómeno, exacerbado por la mala gestión de la tierra y el agua, sequías y cambio climático, afecta no solo a las regiones de origen sino también a nivel global. En algunas áreas, el polvo del desierto se ha duplicado en el último siglo, evidenciando la magnitud del problema.
Este fenómeno afecta a la agricultura, industria, transporte, calidad del agua, aire y salud humana; daña cultivos, afecta al ganado y amenaza la capa fértil del suelo. El polvo atmosférico, combinado con la contaminación industrial, atenta contra la salud humana.
Las tormentas de arena y polvo, conocidas localmente como siroco, haboob o tormentas blancas, plantean riesgos para la salud humana, los medios de subsistencia y el medio ambiente.
El polvo transporta partículas finas a alturas troposféricas, afectando a la salud humana, especialmente en personas con problemas cardíacos y respiratorios. Aunque se investiga desde hace décadas la relación causa-efecto entre arena y polvo atmosférico, resultados sanitarios sigue sin estar claros, lo que subraya la necesidad de estudios exhaustivos.
Las tormentas de arena y polvo son un problema global en aumento, con efectos transfronterizos significativos, por eso los miembros de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, reunidos en Samarcanda, Uzbekistán en noviembre 2023, destacaron la necesidad urgente de acciones coordinadas a nivel mundial para abordar este problema y proteger la salud humana, la agricultura y el medio ambiente. La colaboración internacional y la implementación de medidas recomendadas son esenciales para mitigar este fenómeno, dijeron.
Ahí se señaló que “en las zonas de origen, dañan los cultivos, afectan al ganado y destruyen la capa superior del suelo. En las zonas de deposición, el polvo atmosférico, especialmente en combinación con la contaminación industrial local, puede causar o empeorar problemas de salud humana, como enfermedades respiratorias”.
Las Naciones Unidas designó el 12 de julio como el Día Internacional de la Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo. Con ello se pretende concienciar sobre las amenazas que plantean estas borrascas e impulsar el esfuerzo internacional para contrarrestarlas.
En la 6ta. Asamblea Ambiental de la ONU los países resolvieron solicitar al Director Ejecutivo del PNUMA que apoye a los Estados miembros y organismos especializados de las ONU a través de la Coalición de las Naciones Unidas para combatir las tormentas de arena y polvo; a los países miembros de la ONU a intercambiar de mejores prácticas y conocimientos sobre todos los aspectos relevantes de la lucha contra las tormentas de arena y polvo y la mitigación de sus impactos adversos, incluido el impacto socioeconómico de las tormentas de arena y polvo y los impactos en los ecosistemas, en la salud humana y el bienestar, prestando especial atención a las personas en situación de vulnerabilidad, responder a las necesidades de las mujeres y las niñas (con su participación activa), a promover la investigación científica sobre el tema, y a promover la cooperación Norte-Sur, Sur-Sur y triangular.
Hay que señalar que lo más importante es eliminar las causas subyacentes de este fenómeno, que está ligado a la devastación ambiental.
Fuente:
UNEP (2023). Las tormentas de arena causan peores estragos en las comunidades desérticas debido al cambio climático.
ReliefWeb (2023). La frecuencia de las tormentas de arena y polvo aumenta en muchas regiones del mundo, advierte la ONU.
Earth Negotiation Bulletin. Marzo 2024. Summary of the Sixth Session of the Open-ended Committee of Permanent Representatives and the United Nations Environment Assembly.