El Yasuní como zona de sacrificio

Pedro Bermeo Guarderas

Ubicación de zona de sacrificio: Amazonía ecuatoriana, en las provincias de Pastaza y Orellana.

Descripción de zona de sacrificio: La región del Yasuní es el lugar más biodiverso del planeta, territorio de pueblos indígenas en aislamiento voluntarios y pueblos indígenas en contacto inicial, esta región viene siendo asediada por el extractivismo, primero cauchero desde 1900 y luego petrolero desde 1972 hasta la actualidad.

Evidencias de que esta zona de sacrificio está contribuyendo a abusos o violaciones de los derechos humanos y de la naturaleza: Las evidencias sobre las distintas afectaciones pueden ser divididas en tres, aunque esta intrínsecamente vinculadas. Aquellas perpetradas contra los pueblos en aislamiento voluntario, vulneraciones a los derechos humanos y colectivos de los pueblos indígenas y las vulneraciones a los derechos de la naturaleza y a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.

Violación de derechos humanos y colectivos de pueblos indígenas en aislamiento voluntario y reciente contacto.

  1. Los pueblos indígenas han enfrentado diversos invasores cuyos comportamientos fueron muy similares a los de Gonzalo Pizarro en el siglo XVI. El primer contacto “civilizatorio” conocido y registrado desde occidente con los waorani y con los indígenas amazónicos se produce entre 1890 y 1920, cuando se explotó el caucho en la Amazonía. Los indígenas, que eran capturados a tiros y por grandes escuadrones armados, tenían dos opciones: servir o morir.[1] En esta época, “los caucheros persiguieron a los waorani en su propio territorio, intentando someterlos para la recolección de la balata ” y se conoce que, en varias ocasiones, atacaron a las cuadrillas de peones caucheros.[2] Los waorani no estuvieron exentos de las atrocidades que sucedieron a otros pueblos indígenas[3]: “fueron diezmados, vendidos en los mercados de esclavos de Iquitos y Manaos, y asesinados sin compasión. Los que quedaron con vida huyeron a refugiarse en las quebradas más ocultas volviéndose agresivos defensores de su tierra y de su supervivencia.[4] Su estrategia de sobrevivencia, se refleja hasta nuestros días y consiste en: la huida, el ataque y el aislamiento[5].
  2. El segundo contacto violento de occidente con los waorani se produce a partir de los años cuarenta, luego de tres hechos que producirían efectos lamentables en sus vidas: la guerra con el Perú, la explotación de petróleo y la evangelización. El primer hecho es la guerra en el año 1941 con el Perú, que contribuye a generar el imaginario de que la Amazonía es una extensa tierra baldía e incivilizada, que es necesario tener una frontera viva y que acabará promoviendo la colonización y la militarización de la zona[6]. El segundo hecho tiene relación, una vez más, con la exploración y explotación de petróleo.
  3. Finalmente, el tercer hecho es el proceso de evangelización de los “primitivos y salvajes indígenas” por el Instituto Lingüístico de Verano (ILV). El ILV logró con ayuda del Ejército y Petroleras que 500 personas que habitaban en una extensión de 20000 km cuadrados terminaran viviendo en un limitado territorio de 1.605 km al que se denominó “Protectorado”.[7] En esta época, se registra ya la huida de algunos grupos de waorani a la selva amazónica y también, a sugerencia del antropólogo del mismo ILV, James Yost, se sugirió la idea de permitir el retorno a la selva de varias familias waorani[8]. En el año 1981, el presidente Jaime Roldós expulsó al ILV. Con la salida del ILV, muchas familias waorani regresarían a sus lugares de origen[9].
  4. Matanza de pueblos indígenas en aislamiento voluntario

El 23 de mayo de 2003, nueve personas waorani, armadas con dos escopetas calibre 16, dos carabinas, una pistola y lanzas[10], pasaron por las cabañas de la empresa Kempery Tours (a unos 58 kms desde el puente en Vía Auca sobre el Tiguino), en el puerto dijeron “vamos a matar a los tagaeri”[11]. Bajaron por el río Tigüino hasta la bocana del Mencaro, amarraron su canoa, desembarcaron y se adentraron a la selva. Buscaron el día entero pistas de los Taromenani. Pasaron la noche en una vieja casa abandonada y al día siguiente la quemaron. El 24 de mayo de 2003 encontraron una casa llena de personas a la que atacaron. Mataron, con disparos y lanzas, a aproximadamente 21 personas entre hombres, mujeres, niños y niñas[12] . Para muestra de las muertes, y como señal de ser el más fuerte, cortaron la cabeza de uno de los Taromenani y la exhibieron en el pueblo[13].

  • Según el fiscal que estuvo encargado de investigar el caso en el año 2003, Marco Vargas Zúñiga, por exámenes periciales, reconocimiento del lugar y balísticos, se concluyó que hubo 12 cadáveres[14] y según versiones pudieron haber muerto 26 personas[15], que fueron muertos por armas de fuego por los 5 cartuchos calibre 16 y un casquillo calibre 38 encontrado en el lugar y por lanzas[16].

El ex fiscal afirma que las muertes se planificaron en una fiesta de la comunidad Tigüino y que los posibles asesinos fueron madereros del Coca de apellidos Castillo y García, quienes entregaron 60 galones de gasolina, armas y herramientas de defensa,[17] y que contaron con la colaboración de miembros de la compañía Petro Bell, que facilitó armas y municiones para su protección.[18] También afirma que quienes financiaron los asesinatos fueron comerciantes colombianos de madera, más conocidos como madereros, quienes tratan de explotar hectáreas de fina madera existente únicamente en aquella zona intangible.[19] Finalmente, sostiene que el Estado “en los momentos oportunos y necesarios no ofrecieron ningún apoyo logístico, económico ni humano, poco o nada se hizo para que la Fiscalía de Pastaza llegara a establecer presunciones de responsabilidad penal y más bien se trató de confundir a la opinión pública con una campaña anti-sancionadora”[20].Efectivamente el caso concluyó sin declarar la existencia del delito y mucho menos con la determinación de responsable alguno por la masacre. Incluso se afirmó que no se podía seguir con la investigación porque los muertos no tenían cédula de identidad[21].

  • El 26 de abril 2006, aproximadamente 30 personas Tagaeri-Taromenane fueron baleados por madereros. Nunca se investigó. Estas muertes, no registradas, pero de las que mucho se habló en la zona, forman parte de los muchos muertos que no podemos contar “porque no sabemos los muertos sin nombre que han quedado ocultos en la selva” . La noticia de estas muertes se encuentra en el Informe sobre la situación de los Pueblos Aislados del Yasuní ante los Hechos de la Última Semana de Abril, con fecha 4 de mayo de 2006, realizado por la Veeduría para la Protección de los Pueblos Aislados del Yasuní/Amazonía ecuatoriana.
  • El 29 de abril de 2006, diario El Comercio informa que el “gobierno investigará una supuesta masacre de indígenas en la Amazonía, a manos de presuntos madereros armados, por la disputa de una zona de bosque” .
  • El 5 de marzo de 2008 murió lanceado por los PIAV un maderero colono, Luis Castellanos, cerca del bloque petrolero conocido como Armadillo, que trabajaba en colaboración de Wane Cawiya, jefe wao de la comunidad Ñoñeno. Con esta muerte Cawiya se molestó tanto “que se unió a varios waorani más y se fue en busca de los taromenani. Wane y los suyos llegaron hasta una casa taromenani y, a cierta distancia entre los dos bandos, mantuvieron un intercambio de palabras tan tenso y dramático que uno de los acompañantes de Wane cayó al suelo, paralizado del pánico” .
  • El 5 de marzo de 2013, en el poblado wao de Yarentaro, al borde de la vía construida por la empresa petrolera Maxus, dentro del bloque petrolero administrado y explotado por la empresa Repsol , Ompure y Buganey, dos ancianos waorani, miembros de un grupo de indígenas en contacto inicial, murieron lanceados por parte de un grupo de PIAV Taromenani. Nueve lanzas de chonta, de tres metros de largo, fueron encontradas en el cuerpo de Ompure. Su esposa, Buganey, que vio la muerte de Ompure, enseguida recibió cuatro lanzas que le atravesaron su pecho y el vientre. Cayó sentada y vivió más de una hora con las lanzas prendidas a su cuerpo. Hay varias hipótesis sobre la causa de la muerte de estos ancianos por parte de los PIAV. Ompure había informado que le habían dicho los PIAV que “avisa a la gente de afuera que nosotros vivimos aquí, que no entren. Nadie debe cruzar a este lado del río. Por este lado de nuestra zona nadie puede buscar, si buscan vamos a matar. Si cruzan, van a morir” . Por supuesto Ompure no pudo detener la expansión de la frontera petrolera. “Ompure vivía sobre un terreno minado que tampoco él podía controlar”. Otra hipótesis, planteada por el mismo Fiscal General, fue una reacción ante la muerte de algunos Taromenani por parte de una aeronave que lanzó comida envenenada. Ese mismo día, minutos más tarde, uno de sus hijos, furioso, gritó: “¡Voy a matar a todos! ¡Voy a matar a todos los taromenani!” Llora y grita al mismo tiempo . La venganza se empezaba a preparar. La muerte era anunciada si es que no se la evitaba. Una forma de evitar era indemnizando a las víctimas de los PIAV. “Muchas veces se han resuelto entre ellos amenazas graves dentro del Bloque Repsol con el recurso de regalos de más o menos consideración. Se trataba de una persuasión habitual” . A pesar de todas las alertas al gobierno de una posible venganza, pasaron 20 días y el Estado no adoptó ninguna acción.
  • El 24 de marzo de 2013 un fuerte grupo de waorani, todos familiares de Ompure y Buganey, sale de los poblados de Dikaro y Yarentaro, llevan armas, municiones, comida y bebida para un largo camino. Ese mismo día, la segunda mujer de Ompure, pedía que garantizaran la vida de la gente amenazada y Ewnguime Enkerri dijo “que el ministerio diga basta ya a las armas. Que el Estado actúe y estar sentados aquí. Nadie hace nada y el estado debe controlar. El Estado no debe permitir que entre armamento”.[22]. El 30 de marzo de 2013, aproximadamente a las 16h00, el grupo de waorani encontró una vivienda habitada de PIAV, la cercaron, la asaltaron y mataron a aproximadamente 30 personas de los PIAV. “Había una balacera, volaban las balas y ellos caían. Sangre salía bastante, bastante sangre; la sangre chorreaba como agua. Mucha gente corría. Mataba cada quien con su cartón de bala U, disparábamos sin cesar”.[23] Algunos consiguieron huir. Muchos quedaron por los alrededores, cayendo y levantándose, arrastrándose por el suelo, gimiendo a grandes gritos.[24]

Fractura social de comunidades indígenas

La región del Yasuní se encuentra plagada de bloques petroleros que han provocado una serie de conflictos sociales en las distintas comunidades, creando fracturas sociales y destruyendo la armonía comunitaria.

Violaciones a los derechos de la naturaleza

  • Ampliación de la frontera extractiva
    1. La ampliación de la frontera extractiva en el Yasuní aparte de los impactos sociales antes mencionados también ha conllevado una serie de impactos ambientales como la deforestación y por ende perdida de biodiversidad para la construcción de carreteras, plataformas, pozos y demás infraestructura petrolera.
    2. El Yasuní se encuentra atravesado por los bloques petroleros, el 14, 16, 17, 25, 26, 30, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 41, 43, Campo Armadillo, Campo Tiwino y Campo Cononaco.
  • De igual manera, la ingente cantidad de derrames en la zona, donde los mismos datos del Ministerio del Ambiente dicen que en el Ecuador hay un derrame de petróleo de no menos de 5 barriles, semanal[25].
  1. Los derrames al igual que la infraestructura petrolera y otras fuentes de contaminación como mecheros, agua de formación, ruido etc., provocan graves daños a los ecosistemas.

Esfuerzos para salvar este territorio:  

Medidas cautelares: El 10 de mayo de 2006, la CIDH otorgó medidas cautelares a favor de los pueblos Tagaeri y Taromenani. Medidas que fueron otorgadas ante una petición hecha por ciudadanos ecuatorianos preocupados por la situación de los PIAV, en especial ante noticias de una nueva masacre.

 

YASunidos: Cuando se hace la declaratoria de interés nacional para explotar los bloques 31 y 43 (ITT), nace una iniciativa ciudadana por parte del colectivo YASunidos, para organizar una consulta popular con el fin de evitar la explotación en el territorio conocido como el Yasuní y proteger a los pueblos en aislamiento voluntario. Esta propuesta fue gravemente vulnerada por diversas entidades del Estado y no se llevó a cabo dicha consulta[26].

 

Referencias:

https://es.mongabay.com/2019/12/petroleo-en-el-yasuni-aumenta-deforestacion-ecuador/

http://yasunitransparente.ambiente.gob.ec/documents/348542/351018/DECLARATORIA+DE+INTERÉS+NACIONAL.pdf/5413f1f5-186d-44c7-90b1-b80b85057bad

[1] Cabodevilla 1999, 138

[2] Juan Carlos Franco, Territorio Waorani…, p. 143.

[3] Yost 1989, 262

[4] Santos 1996, 16

[5] Id., 77

[6] Juan Carlos Franco, Territorio Waorani. p. 147.

[7] Yost 1989, 264

[8] Yost 1989,268

[9] Juan Carlos Franco, Territorio Waorani…, p.154.

[10] Cabodevilla 2009,26

[11] Cabodevilla 2009,26

[12] Cabodevilla 2009,28

[13] Cabodevilla 2009,35

[14] Vargas 2007,40

[15] Vargas 2007,137

[16] Vargas 2007,44

[17] Vargas 2007,28

[18] Vargas 2007,29

[19] Vargas 2007,87

[20] Vargas 2007,97

[21] Miguel Angel Cabodevilla y Milagros Aguirre. Una tragedia ocultada. Quito: CICAME/Fundación

Alejandro          2013.    Pág.      195.      Disponible https://lreyes.ml/wp-content/uploads/2016/10/una_tragedia_ocultada_cabodevilla.pdf

[22] Cabodevilla y Aguirre 2013, 84

[23] Cabodevilla y Aguirre 2013, 95

[24] Cabodevilla y Aguirre 2013, 101

[25] https://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/06/130610_ciencia_ecuador_derrame_rio_limpieza_ig

[26] https://gk.city/2021/01/04/anularon-firmas-yasunidos-2014/