El estado de las aguas subterráneas en el mundo

En marzo 2022, la UNESCO y ONU Agua, acaba de sacar un informe sobre el estado actual de las aguas subterráneas en el mundo.

Se calcula que el volumen global de agua dulce en estado líquido (menos del 1% de toda el agua de la Tierra en estado líquido, en forma de hielo o vapor) es de 10,6 millones de km³ (Figura 1). Aproximadamente el 99% de este volumen son aguas subterráneas.

La extracción de agua dulce de cauces de agua, lagos, acuíferos y embalses artificiales ha aumentado drásticamente durante el último siglo y sigue aumentando en la mayor parte del mundo. La tasa de incremento fue especialmente alta (alrededor del 3% al año) durante el período 1950–1980, debido, en parte, a que el índice de crecimiento demográfico era mayor, y en parte, al rápido aumento de la explotación de las aguas subterráneas, sobre todo para el regadío.

La tasa de incremento se sitúa actualmente en torno al 1% al año, en línea con el actual índice de crecimiento demográfico.

Las aguas subterráneas proporcionan aproximadamente el 25% de toda el agua dulce extraída de la Tierra, pero su proporción en el uso consuntivo del agua es mucho mayor, al igual que los beneficios globales que aportan.

La extracción total de agua subterránea durante 2017 se estimó en 959 km³. Los niveles de extracción de aguas subterráneas se mantienen más o menos estables en Estados Unidos de América, en la mayoría de los países de Europa y en China.

Asia tiene la mayor proporción de extracciones de agua dulce (64,5%), siguida por América del Norte (15,5%), Europa (7,1%), África (6,7%), América del Sur (5,4%) y finalmente Australia y Oceanía (0,7%).

Haciendo un desglose de las extracciones de aguas subterráneas por sector de uso, se observa que el 69% del volumen total extraído se utiliza en el sector agrícola empresarial, el 22% es para uso doméstico y el 9% para fines industriales. Estos porcentajes varían de un continente a otro.

La agricultura de regadío sigue consumiendo el 70% de todas las extracciones de agua dulce, y su empleo para la transformación alimentaria también es significativo y asciende a un 5% de uso total de agua, pero habría que preguntarse, qué tipo de agricultura, y la escala de transformación de los alimentos. Los sectores que más agua usan son los agroindustriales, los piensos destinados a la producción masiva de animales, y los agrocombustibles.

Se calcula que anualmente se utilizan 264 km³ de agua superficial y subterránea para la producción de piensos para el ganado, lo cual equivale a aproximadamente una quinta parte de toda el agua que consume la agricultura y menos de un tercio del agua utilizada para la producción de cultivos.

Se calcula que el comercio de productos agrícolas causa alrededor del 11% (o 25 km³/año) de la reducción de las aguas subterráneas del mundo.

En América Latina y el Caribe hay una relativa abundancia de aguas superficiales y un bajo nivel de uso de las aguas subterráneas, por lo que menos del 30% de la extracción de agua dulce son subterráneas. En los países que sí dependen de las aguas subterráneas, aproximadamente la mitad de las extracciones se usan para el riego, un tercio para uso doméstico y el resto para uso industrial.

En la región los problemas más frecuentes de calidad de las aguas subterráneas están asociados a la presencia de elementos no deseados de origen natural (principalmente arsénico y fluoruro), contaminantes antropogénicos (nitratos, residuos fecales, pesticidas), varios compuestos de origen industrial (subproductos de la minería, solventes organoclorados, hidrocarbonos, compuestos fenólicos, etc.), y contaminantes emergentes, como cosméticos, antibióticos, hormonas y nanomateriales.

El cambio climático y el incremento de la frecuencia y de la intensidad de los huracanes, constituyen una gran amenaza para los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo del Caribe, debido a las mareas tormentosas y la infiltración de los pozos.

Se calcula que el número de conflictos relacionados con la contaminación y el agotamiento de las aguas subterráneas que se desataron entre 2000–2019 es más de cuatro veces mayor que el número de conflictos entre 1980–1999

Aunque gran parte de las aguas subterráneas situadas a unos cientos de metros bajo la superficie son dulces, más de la mitad de la totalidad de las aguas subterráneas de la superficie del planeta es salina y por consiguiente, no apta para la mayoría de los usos hídricos.

Fuente:

AGUAS SUBTERRÁNEAS Hacer visible el recurso invisible (2022) UN Water UNESCO.

Disponible en : https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000380726_spa

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