Esta medida ha sido controvertida, como dicen los grupos conservacionistas, porque permite a las empresas seguir creciendo en terrenos forestales.
17 millones de hectáreas en Indonesia están destinadas a la palma aceitera, de las cuales 3,3 millones de hectáreas se cultivan en tierras forestales.
En Indonesia, que es el principal productor y exportador de aceite de palma a nivel mundial, unas 200.000 hectáreas de plantaciones de palma aceitera serán reemplazadas por bosques, anunció el gobierno el martes.
La medida convertirá las plantaciones de palma aceitera en tierras designadas como bosques.
En 2020, el gobierno estableció reglas sobre las plantaciones de palma aceitera cultivadas en tierras forestales designadas, exigiendo que los propietarios soliciten y paguen multas para cultivar palmas aceiteras en estas tierras antes del 2 de noviembre de 2023. Esta medida ha sido controvertida, como dicen los grupos conservacionistas, porque permite a las empresas seguir creciendo en terrenos forestales.
Las plantaciones de palma aceitera representan alrededor de 17 millones de hectáreas en Indonesia, de las cuales 3,3 millones de hectáreas se cultivan en tierras forestales. Sin embargo, esta cifra sólo incluye a los propietarios de tierras con un total de 1,67 millones de hectáreas, según Bambang Hendroyono, secretario general del Ministerio Forestal.
A los propietarios de tierras con palma aceiteras en bosques de producción designados, se les permitirá continuar cultivando después de pagar multas, mientras que las plantaciones encontradas en bosques protegidos tendrán que ser entregadas al gobierno para su reforestación. Las empresas que cultiven palma aceitera ilegalmente después de la fecha límite del 2 de noviembre, estarán sujetas a acciones legales.
Se estima que se entregarán unas 200.000 hectáreas, pero esa cifra podría aumentar dependiendo del análisis del gobierno.
Un informe de 2021 de Greenpeace y TheTreeMap encontraron que hasta el 20% de las plantaciones de palma aceitera en Indonesia se cultivaban ilegalmente en bosques protegidos y otras áreas de conservación.
Para establecer una plantación de palma aceitera, los propietarios talan bosques naturales y drenan las turberas, lo que hace que la tierra sea altamente inflamable y vulnerable a los incendios, informó Greenpeace. Para talar los bosques, los propietarios pueden quemar el área, destruyendo hábitats y liberando humo y gases de efecto invernadero, lo que reduce la calidad del aire. Según el Centro para Negocios y Medio Ambiente de Yale, la deforestación representa el 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Indonesia se ha convertido en uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero debido a la deforestación.
El año pasado, el Instituto de Agricultura de Bogor en Indonesia impulsó una propuesta para considerar el cultivo de palma aceitera como una forma de reforestación en lugar de ser una fuente de deforestación.
Aunque la deforestación legal e ilegal continúa en Indonesia, el país ha experimentado cierta disminución en la cantidad de deforestación en los últimos años. La VOA informó que la pérdida de bosque primario fue de 230.000 hectáreas en 2022, frente a 930.000 hectáreas en 2016. Aún así, esta cifra es muy alta.
Fuente: Ecowatch