LAS ALBARRADAS: UNA ADAPTACIÓN A LOS BOSQUES SECOS TROPICALES

Naturaleza con Derechos

Los bosques secos son ecosistemas únicos y frágiles, que se encuentran amenazados por las actividades antrópicas que avanzan de forma descontrolada.

Estos bosques son considerados como ecosistemas de gran importancia ecológica por las condiciones en las que se desarrolla, su complejo comportamiento y las dinámicas ambientales que en él se presentan. Son además uno de los ecosistemas más amenazados dentro en el Ecuador.

Los bosques secos albergan una excepcional de la diversidad biológica. La composición florística son el resultado de una adaptación a condiciones muy limitantes en términos de disponibilidad de agua, por lo que muchas especies son endémicas, tanto de plantas como de pájaros.

Específicamente en Provincia de Manabí, existen ocho sitios de interés para la conservación de aves. Los bosques secos del Ecuador (conocida como región Tumbesina) ha sido dividida en diez categorías vegetales, en cada una de las cuales hay aves endémicas. Estas zonas se diferencias de acuerdo a la cantidad de precipitación que reciben al año, el número de meses con lluvia, y a la presencia o no de garúa o neblina. 

Las zonas que han sido identificadas como las más prioritarias para las conservación, por su grado de vulnerabilidad, la presencia de especies endémicas y las amenazas que enfrentan son:

Bosques deciduos tropicales espinoso y bosques de Acacia

Bosques deciduos tipo Ceiba trichistandra

Bosque semi-siempre verde de Ceiba pentandra 

Bosques semi-siempre verdes de tierras bajas y pre-montanos

Aun cuando estos estudios son hechos con una mirada totalmente conservacionista, nos dan cuenta de su importancia en términos de biodiversidad y endemismo.

En los bosques secos del Ecuador han sido ocupados desde la cultura Valdivia (Ver tabla 1). Una adaptación al bosque seco es el manejo de las albarradas.

Las albarradas

Las albarradas son humedades artificiales o reservorios de agua artificial que se llenan mediante un lento proceso de acumulación de agua proveniente de la escorrentía que baja de sitios cercanos más elevados, o del agua de pequeños causes que corre durante el invierno, llamados mangas o chorrillos. Su tamaño es variable, así por ejemplo la albarrada de la comuna Chongón en la provincia de Santa Elena tiene una superficie de quince hectáreas, en tanto que las albarradas llamadas “Las dos hermanas” miden cada una un cuarto de hectárea, 

La albarrada en la parroquia de Sancán – Jipijapa, de alrededor de una hectárea, que constituye la principal fuente de agua dulce de la comunidad.

Las albarradas constituyen uno de los elementos que caracterizan al pueblo Manta –Huancavilca como una forma de adaptación al ecosistema seco. Su uso se remontan al año 2.000 a.C., y se ha detectado una ocupación continua de albarradas desde el 550 a.C. hasta el 1400 d.C. con una pequeña interrupción de 90 años  Su prolongado uso se explica por el papel que cumplen en la reproducción (alimentación, bebida y aseo) y producción (agricultura, ganadería, elaboración de ladrillos) de las comunidades que las usan.

Las albarradas siguen en plena vigencia en la Península de Santa Elena y el Sur de Manabí,, porque está fuertemente arraigadas a la vida de las comunas, que conservan los conocimientos relacionados con su manejo. De las noventa y cinco comunidades que tienen albarradas, sesenta son comunas y todas las albarradas de la Península de Santa Elena en la actualidad son de propiedad colectiva. En Manabí en cambio conviven la propiedad privada y la comunitaria, aun dentro de las comunas, aunque varias albarradas que se encuentran en tierras privadas son de uso comunal. 

Hay otras albarradas que son el resultado de programas estatales y de empresas privadas, pero estas son construidas y se les da mantenimiento con maquinaria pesada y otras tecnologías que desvalorizan las tecnologías tradicionales, lo que les hace menos efectivas. En otras zonas de Manabí, como las lomas del Valle del Río Portoviejo, el abastecimiento de agua depende totalmente de la lluvia, que a veces no alcanza los 250 mm. En esos lugares se construyen albarradas combinadas con un sistema de redes de canales y compuertas para la distribución del agua, sobre todo para dar de beber al ganado y para abastecerse de agua en épocas secas. 

La albarradas cumplen también una función ambiental, puesto que atraen a una gran variedad de especies de aves, mamíferos, insectos cuando están llenas de agua, durante la épocas lluviosas o en años de El Niño, porque a su alrededor hay una alta variedad de plantas que les sirve de alimento y de sitio de anidación.

A pesar de todos los problemas que tienen que enfrentar durante los años de sequías, o los meses de lluvias excesivas, las comunidades de Manabí, han desarrollado mecanismos para adaptar sus sistemas productivos a estos ecosistemas, como son las albarradas lo que les ha permitido tener una larga permanencia y sobrevivir como pueblos. 

Pero los mecanismos de adaptación a estos ecosistemas de tanta vulnerabilidad son tan específicos, que cualquier cambio dramático en su forma de vida y de producción puede alterar ese equilibrio. Uno de esos cambios puede ser la introducción de un monocultivo a sus sistemas productivos, peor aun si es no-alimenticio.

Tabla 1. La historia de las albarradas

PERÍODO

CULTURA

QUÉ PASA CON LAS ALBARRADAS

2.000 a 1.600 a.C.

Última fase de Valdivia

Se empiezan a construir

1600 a 850 a.C.

Machalilla

Se incrementa su uso

850 a 300 a.C.

Engoroy/Chorrera

Se expande su uso

300 a.C. a 850 d.C.

Bahía/ Guangala

Se expande su uso

840 d.C. a 1530 d.C.

Manta-Huancavilca

Las albarradas son plenamente usadas

 

Época colonial

Se sigue usando las albarradas con las mismas técnicas de mantenimiento precolombinas

 

República

Se sigue usando las albarradas con las mismas técnicas de mantenimiento precolombinas

 

Época actual

Existen 252 albarradas funcionando

Fuente: Marcos y Bazurco (2006: 97)

Elaboración: Elizabeth Bravo

Tabla 2. Formas de uso de las albarradas en la actualidad

REPRODUCCIÓN

PRODUCCIÓN

ÁMBITO AMBIENTAL

Tareas domésticas (limpieza, lavado de ropa, platos. aseo personal, letrinas, etc.)

Consumo humano de agua dulce recuperada a través de pozos someros 

Recreación y socialización

Recolección de plantas medicinales

Referencia para la identidad cultural y regional



Abrevadero de ganado vacuno, caprino, porcino, etc.

Cultivos de ciclo corto, árboles frutales

Actividades extractivas no tradicionales (yeseras, ladrilleras, carbón)

Cría de chame, tilapia, camarón de río

Caza (venado, palomas)

Mantenimiento de caminos, iglesias, escuelas, viviendas

Preservación de la calidad y cantidad de agua para la salud de los ecosistemas locales

Renovación del ciclo anual del agua dulce

Sistema de recarga de los acuíferos

Preservación de la biodiversidad del bosque seco (plantas y animales) que mantienen la humedad del suelo

Evitan la erosión del suelo

Controlan el nivel de sedimentos

Controlan las inundaciones

Fuente: Marcos y Bazurco (2006: 97)

Elaboración Elizabeth Bravo

Fuentes

Álvarez, Silvia (ed.) 2005 Comunas y Comunidades con sistemas de albarradas. Descripciones etnográficas. Tomo I. (Quito: Ediciones Abya Yala).

Marcos, Jorge y Bazurco, Martín. 2006. Albarradas y camellones en la región costera del antiguo Ecuador. En: Agricultura ancestral, camellones y albarradas. Contexto social, usos y retos del pasado y del presente. (Francisco Valdez, Editor. Actas y Memorias del IFEA). Tomo 3.

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